viernes, 28 de julio de 2017

María

María había pasado caminando por ese mismo lugar, hacía un tiempo, unos años. Pasó caminando con rapidez. Tenía puesto un vestido corto, violeta, brillante, el pelo largo, rubio, zapatos con mucho taco, los ojos muy pintados y la boca también. Era hermosa.
Después, un tiempo, unos años después, pasó caminando rápido pero no tanto, por ese mismo lugar. Llevaba un vestido con flores impresas, un poco más largo, unas sandalias, no con tanto taco, pintada levemente. Era muy hermosa.
Luego, pasados unos años, pasó llorando.
Unos meses después, pasó con unos grandes paquetes abrazados, le costaba caminar, se había lastimado un pie con algo.
Ayer pasó lentamente.
Fumaba un cigarrillo largo y delgado.
Los ojos partidos.
Hablaba sola.
Se parecía a su madre. 
A veces la vida se detiene en un cuadro, un buen rato. La mayor parte del tiempo es furiosa.

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