viernes, 27 de mayo de 2016

Chau

Hay un sonido ensordecedor que viene de la calle. Algo que están rompiendo, vaya a saberse por qué razón.
Me acabo de dar cuenta que no quiero esta casa que estoy pagando ni este auto que estoy pagando ni esta vida que estoy pagando y que me tengo que ir, simplemente, dejar todo ésto y preparar un bolso chico y juntar el efectivo que logre juntar e irme. Chau.

miércoles, 4 de mayo de 2016

Un abismo

Una señora de unos cincuenta que sigue siendo muy hermosa aunque se encuentre ajada y se mueva con alguna dificultad, se sienta a tomar un café en la única mesa libre. Lo pide con un gesto ínfimo que el mozo interpreta enseguida. Descarga sus cosas en las sillas y la mesa. Afuera el invierno arrecia.
Sin dudas lleva una aflicción. Una grande. Una de esas que pesan terriblemente. Una que cruza la cara muy por encima del paso normal de los años. Una que es como una cicatriz; a veces visible, a veces no; de acuerdo a como dé la luz. A veces le corta la cara en un tajo muy sangriento, a veces casi ni se nota.
Bebe lenta. Muy lenta. Se detiene por largos momentos en un vacío que debe estar dentro de ella pero que parece ver enfrente. Un abismo. ¡Qué brillantes deben haber sido esos ojos antes del golpe!