Suena
el despertador estridentemente y el tipo se levanta de manera automática. Se
prepara un desayuno pobre y espantoso pero sueña con que disfruta de uno
magnifico. Se acerca su mujer dormida a saludarlo con desgano y él la
imagina amorosa. Viaja en un colectivo atestado ensoñándose con que va en una
limusina. Llega apenas unos segundos tarde al trabajo y su jefe se lo recrimina
duramente; se detiene a regodearse con la idea de golpearlo hasta que su jefe
lo sacude tomándolo del brazo.
—¿Qué
te pasa? ¡Imbécil! —dice su jefe, violentamente, mirándolo a los ojos.
Luego,
él se sienta e imagina que mata a su jefe, ¿o lo mata realmente?
Se
acerca la recepcionista completamente desnuda a darle un vaso de agua; le
acaricia la cara y le pide que se tranquilice.
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