Hoy es un día
de esos como para dejarse ir… Un día para volar, para zarpar sin rumbo… Uno
como para no creer en nada y, a la vez, creer en que todo es posible.
Irse sin destino...
Irse sin destino...
Vayámonos a
uno de esos rincones oscuros, perdidos, lentos… Vayamos a la selva, o a una cueva, o busquemos la cumbre de alguna montaña... O simplemente vayamos a un bar cualquiera, en otra ciudad; tomemos una bebida que acá no exista. Vayamos fumando algo mientras
vamos. Vayamos en silencio.
Mirando los
costados, pero desentendidos. A paso de que no importa, tranquilos, desconectados del tiempo, en el tiempo hay muchas mentiras.
Vayamos como
lo que somos y lo que hemos sido… Y vayamos, también, con lo que queremos.
Vayamos medios
muertos y vivos… Con los zapatos sucios, con lo que estamos.
Después, en cualquier
caso, podemos llegar a volver... por el mismo camino, pero un poco habremos cambiado, seguro. Vamos.